Al contrario de lo que muchos creen, los diamantes no son únicamente incoloros, y aquellos con colores variados no se tratan necesariamente de imitaciones u otro tipo de mineral.
Lo cierto es que un diamante de color es una piedra muy particular y de extrema belleza, y por tanto, de las más valoradas.
Cómo se elabora un diamante de color
Como cualquier diamante, un diamante sostenible de color se elabora en un laboratorio que recrea las condiciones del interior de la Tierra para la formación de estos minerales: se introduce una “semilla de diamante” (carbono puro) en un reactor de plasma que ejerce una gran presión a temperaturas extremadamente elevadas durante un tiempo determinado para que cristalice la piedra.
Todos los diamantes deben presentar cuatro características (aunque en el caso de los creados en laboratorio son cinco) conocidas como las “Cuatro Cs”. Éstas son: corte, claridad, carat (peso) y color.
Todas ellas se definen perfectamente en el vídeo de David Locco sobre las “5Cs” que os dejamos en el enlace. Una breve descripción de cada una de ellas:
- Corte o talla: se trata de la manera en la que se talla la piedra con el fin de que refleje mejor la luz. Esto depende del número de ángulos que se consigan.
- Claridad: minimizar lo máximo posible las imperfecciones para conseguir una calidad y pureza óptimas. Los diamantes de David Locco son de gran pureza, calificada VS.
- Carat (peso): el valor de un diamante (en cuanto a cantidades) se determina por su peso y no por su tamaño. Por ello, cuántos más quilates tenga un diamante, mayor será su precio, siendo un quilate equivalente a 0,2 gramos.
- Compromiso: esta sería la quinta “C”, una que solo tienen los diamantes éticos o creados en laboratorio, gracias a su gran implicación por la sostenibilidad, el planeta y los derechos humanos.
- Y color, que es la característica que nos atañe hoy.
Un diamante de color: cómo se realiza
A lo largo del tiempo, la belleza y calidad de un diamante se determinaba por su falta de color. Por ello, existe una escala de colores de la D a la Z que clasifica los diamantes, siendo los de mayor calidad aquellos completamente incoloros, y de menor calidad los que presentan tonos más amarillentos, siendo éstos tonos completamente naturales en su desarrollo y resultado final.
En David Locco se ha logrado que sus diamantes sin color alcancen la letra G en la escala, por lo que se obtienen diamantes prácticamente incoloros y de la más alta pureza.
No obstante, David Locco no cree que la aparición de color en sus piedras sea algo de lo que huir. Es por eso que también crea diamantes de color rosa, azul y amarillo, que más allá de dañar la apariencia de la joya, realza su belleza y luminosidad.
La creación de un diamante de color comienza igual que la de los incoloros, tal y como se ha mencionado anteriormente. El color de la piedra se debe a distintas condiciones que alteran las partículas y la red cristalina del diamante, las cuales se recrean en el reactor de plasma para alcanzar los mejores resultados posibles.
- Los diamantes azules se consiguen con la presencia de partículas de boro en el carbono.
- Los amarillos por la presencia de nitrógeno en la red cristalina, y a más nitrógeno mayor intesidad del color.
- Y los rosas, los más raros de todos, se producen en condiciones muy específicas.
Cada color es único y distinto al resto, sin cambiar su condición de diamante y potenciando su hermosura. Y, al ser diamantes éticos de David Locco, tienen una producción sin huella de carbono, sin impactos medioambientales y cero emisiones: piedras preciosas de colores que embellecen a quien las viste y al planeta.
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